sábado, 14 de febrero de 2009

Feliz día de la hipocresía

Hoy, el tan querido “Día de San Valentín”, no podía resistirme a escribir algo. Si creen que la amistad y el amor existen, son idiotas. Los seres humanos somos idealistas, tenemos ideas y queremos que sean realidad, pero la verdad es que no lo son. Como los norte americanos dicen “its a shitload of crap” o es un montón de mierda.
Al empezar nuestras vidas, nuestros únicos amigos son nuestros padres y quizá si se da, nuestros hermanos. Con el tiempo, nuestros padres empiezan a castigarnos y quizá a pegarnos, por lo que aprendemos a mentir para protegernos (irónico que aprendemos a mentir justo por culpa de las personas que pretenden enseñarnos a no hacerlo). Muchas veces los hermanos empiezan a molestarnos y nosotros aprendemos a ocultarles todo también. Todo esto está sujeto a variables, solo en caso los idiotas no se hayan dado cuenta, motivo por el cual estoy suponiendo que se dan todas las variables del caso.
Luego viene la faceta del nido, donde prácticamente nos fuerzan a socializar, pero aún así en realidad hablamos con otras personas para no aburrirnos hasta morir en el recreo, el cual se nos hace interminable. Es así como de una forma netamente egoísta empezamos a entablar amistades.
Luego viene el periodo de estupidez. Mi psiquíatra dijo que los adolescentes no son idiotas, son “emocionalmente inestables” bueno, para mi son idiotas. Es aquí donde empiezan las peores estupideces de la vida humana. Acciones como “yo defiendo a mis amigos” o también conocida como “yo salto por ellos” es una bola de estupideces. En realidad no saltas por el/ella idiota, saltas por ti. Saltas porque necesitas sentirte el “héroe” de la película, saltas porque si es tu buen(a) amigo(a) tienes que demostrarle que todo lo que alguna vez hizo por ti es recíproco. Es incluso por eso que todo el mundo dice “la amistad es recíproca” lo que no dicen es “si tu no me ayudas dejamos de ser amigos”. Claro que existe la expectativa, esa estúpida idea de que “quizá más adelante me ayude”. También viene la idiotez del “yo te quiero” nada más hipócrita. No lo/la quieres a el/ella, quieres lo que hace por ti, quieres como te hace sentir, quieres que siempre esté dispuesto(a) a ayudarte cuando lo necesitas. En algunos casos incluso lo/la quieres porque te hace olvidar tus problemas metiéndote un montón de basura en la cabeza, cosa que a la larga idiota, solo te hace sentir peor porque luego que olvidas eso, caes de nuevo y te das de cara contra la realidad. El refrán “dime con quien andas y te diré quien eres” es cierto. ¿Saben por qué? Porque determinamos un tipo de persona que nos hace sentir bien, motivo por el cual elegimos a nuestros amigos de ese tipo específico. No es de sorprender que “tipo” sea sinónimo de “similar”.
Con respecto al amor, la historia no es tan diferente. Eliges un tipo de persona que te gusta, que te hace sentir bien y ese se vuelve tu “tipo de persona”. Actualmente, el Discovery Channel, Canal 23 en cable mágico, muestra un programa que se llama “Ciencia del Sex appeal”. Ese programa muestra un muy interesante experimento sobre la atracción, que es el primer paso hacia el “amor”. Tomaron la foto de un hombre y se la enseñaron a un grupo de mujeres en la calle, para preguntarles que les parecía. Su promedio fue cuatro puntos sobre 10. Cuando le agregaron a la foto unos 200 000 dólares de ingreso anual, su promedio se elevó a 7. ¿Interesante no? ¿No refleja eso acaso la conveniencia? Entre más dinero tenga, mejor voy a vivir es la conclusión de ese experimento. Claro que, en el caso de los hombres la cosa cambia, pues pasa de “entre más dinero tenga, mejor voy a vivir” a “entre mejor este físicamente, mejor la voy a pasar en la cama”. Las mujeres se enfocan más en su estándar de vida y los hombres, no es de sorprender, en la sexualidad. (No los voy a adorar así que no vengan a hacerse los santos). Ahora bien, eso fue la atracción. Con respecto al amor, ¿por qué creen que hay tantos divorcios? Bueno, la respuesta es que la gente envejece y se aburre del otro. Con respecto al hombre es “ya no hay novedad en la cama”, luego viene la infidelidad y posteriormente, para la mujer, no queda otra que el divorcio. En casos extraños, probablemente de una mujer que inició su vida sexual prematuramente por un enamorado arrecho y por ser ella idiota, se volvió adicta al sexo y por tal motivo la situación podría ser inversa. En otros casos, como técnicamente el mío, a la mujer le pega duro la menopausia (mi madre) y se vuelve un odioso dolor en el trasero. El hombre no lo aguanta, se vuelve irritable y la pareja se divorcia.
Como ven, el amor no existe, es una forma de adicción a como una persona nos hace sentir. Son estos sentimientos, los que en raras ocasiones nos vuelven idiotas. No celebren, en los otros casos las personas ya son idiotas naturalmente. Bienvenidos a la penosa y patética existencia humana.

Nota: Wilson me acaba de hacer recordar que el "dia de San Valentin" es una muy "bonita" forma de sacarle dinero a todos esos idiotas. No es de sorprender que pasó del "día del amor" a "día del amor Y LA AMISTAD" (otra forma de decir: en vez de suicidarte por estar solo, ya tienes un motivo para darnos plata)

lunes, 9 de febrero de 2009

Time to unleash hell (Momento de desatar el infierno)

Este artículo ha sido removido por decisión propia como parte de una tremendamente tardía disculpa. Los comentarios, también. (aja, cambie de parecer, de nuevo, acostumbrense o lean condorito).

domingo, 8 de febrero de 2009

La mujer perfecta es un hombre

Si por el titulo pensaron algo de netamente connotación sexual, háganle un favor a la humanidad y suicídense por ser tan idiotas. Ahora, no vayan a ser tan idiotas de suicidarse por no estar familiarizado con el sarcasmo. Jamás se debe juzgar un libro por su cubierta o en este caso, un artículo por su título.
Un amigo me pidió que escriba este artículo pero sólo para él. Me negué, así que me jodió hasta el cansancio para que lo haga. Lo hice pero ahora lo molesto yo publicándolo. Por diversos motivos me guardo el nombre de la persona en cuestión, pero sé que algunos de ustedes sabrán de quien hablo.
Todo empieza en cierto juego masivo online llamado “World of Warcraft”. Este juego, para quienes no lo conocen, consiste en crear un personaje de una raza y clase específica, se empieza en nivel 1 y se llega a un nivel máximo de 70 u 80 (según la versión del servidor donde se juega). En el camino puede haber miles de personas de tu bando o del contrario. Todas serán jugadores, es decir cojudos como tú sentados en sus computadoras. Sin embargo, también encontraras NPC’s o “personajes no jugados” por sus siglas en inglés. El juego es en extremo complejo.
Hace unos 3 años aproximadamente, mi amigo Juan Carlos Brito (aja es un seudónimo) o Juanca Brito para los amigos, decidió que crearía una elfa. El problema surgió cuando se dio cuenta que los hombres del juego le regalaban cosas si pensaban que era mujer y les daba un pequeño “plus” de carácter sexual. Aja, un grupo de enfermos. Como buen ser humano común y corriente hizo lo que le supuso mayor beneficio por el menor esfuerzo, fingió ser mujer y les dio lo que querían.
El problema nació cuando se volvió adicto a recibir todo fácil. Aún más, se volvió adicto a poder manipular a estas personas. Astuto, pero problemático. Luego empezaron a llegar las declaraciones de amor y hasta un chino que se quería casar con “ella”. Ahora, el muy idiota no vio lo inevitable, que eso se vuelva una adicción. Es claro que no es una adicción mala, pues no mata, no t hace perder dinero y no malogra tus órganos como el alcoholismo daña el hígado. Te da muchos beneficios por el menor esfuerzo y sin consecuencias colaterales para uno mismo.
Ahora bien, ¿Qué puede hacer este idiota? Complicado. Tiene el poder en sus manos y como bien dijo el tio Ben de Peter Parker, “con un gran poder viene una gran responsabilidad”. Lo que decida hacer afectará más de una vida. Podría causar una depresión o podría no causar nada si lo hace correctamente. Si yo fuera él, que se pudran, no me interesa pero bueno él busca salidas.
Si hablamos de salidas, solo hay 2 formas la bonita y la mía. Obviamente la mía es más rápida y demanda mucho menos esfuerzo. La otra es larga, tediosa y requiere constancia, cosa que no creo que Juanca logre porque bien dicen que una vez que pruebas el poder te gusta el poder. Eso es cierto, a mi me gusta. Puedo ser el mayor hijo de puta jamás habido y me gusta la posibilidad de poder ser un total basura y “cagarme” en lo que me de la gana. Puedo no respetar a nadie, puede no importarme lo que la gente diga y puedo entrar en la política de “si te gusta quédate, sino lárgate que me da igual”. Puedo volverme el centro de mi universo si quiero, cosa que creo ya probé. Producto de una serie de artículos previos he perdido amigos, hay gente que no conozco que me odia e incluso he perdido gente que yo quería. Sin embargo, en realidad no me interesa. Ya expliqué los motivos y en cuanto a mi respecta si no los entiendes eres un idiota y no te quiero cerca.
También soy el mejor mentiroso que hay y me gusta. El mayor estafador del mundo vendió la Torre Eiffel no una, sino 2 veces. Yo quiero venderla 3, vender Machu Picchu 4 y la Estatua de la Libertad 5. Pero bueno, ese no es el tema y que tal desviación que me mande. Cuando Jeff (su primer “amante”) me preguntó como paso de Ximena a “Leena” (su nombre real y su supuesto apodo respectivamente)en 1 minuto le inventé el floro de una fiesta de Halloween donde había ido disfrazada de maga y que se parecía un montón a Lina Inverse (de slayers) y que por eso nació el apodo. Así de bueno soy.
En fin, la salida larga y tediosa consiste en darles a entender que no va a pasar nada nunca (por obvias razones y si no las vez eres un idiota). Requiere ser constante, no sucumbir de nuevo a las garras del poder y como se dice “mantener el timón trabado” es decir, mantener el rumbo constante, enfocarte en lo que se busca y lograr llegar a la meta trazada.
Si lo miramos bien, ¿cómo podría no pasar esto? Bueno “ella” sabe lo que buscan la mayoría de hombres, no es de sorprender que tenga mucho que ver con una conducta sexual de su parte, por muy homosexual que pueda sonar (aja, que tales arrechos, calentones y demás). “Ella” es alguien que está literalmente dentro de la cabeza de un hombre y no hablo de la grande, sabe lo que buscan, sabe lo que quieren, sabe lo que no les gusta, sabe todo. Es por eso que la mujer perfecta… es un hombre.