miércoles, 22 de julio de 2015

Odisea de vuelta a la normalidad

Hace tiempo que no escribo. Sea por falta de tiempo, de un buen tema, o simplemente de interés.  Sin embargo, no me gusta perder la oportunidad de escribir sobre algo que puede enseñar. Sobre todo cuando se trata de algo que la mayoría, incluido yo, hemos pasado por alto y lo pasamos por alto todos los días: La importancia de nuestra capacidad de ser autosuficientes. Nosotros despertamos por la mañana, caminamos hasta el baño, nos ocupamos, tomamos una ducha todos los días y jamás nos detenemos a pensar que pasaría si de pronto no pudiéramos hacer eso.  Para alguien que ha nacido sin ninguna discapacidad, de pronto perder su habilidad para hacer las cosas más simples, como caminar, tomar una ducha o ir al baño por su cuenta, es una de las cosas más duras que uno puede pasar. Yo lo sé porque yo lo he tenido que pasar. Lo que sigue es un recuento de mi historia, redactada con la esperanza que ayude a aquellos que tienen amigos, familiares o conocidos en esta situación a entender a estas personas mejor. Si les sucede, mi esperanza es que les ayude a copar con ello. Creo que es importante para las personas que rodean a estos discapacitados ponerse en el lugar de ellos y es mi esperanza que esta publicación ayude a este fin. Quedan advertidos sin embargo, que aquí no hay sutilezas, aquí no hay indirectas. He sido lo más claro, crudo y directo que he podido. Es importante que tome usted en cuenta que este artículo ha sido escrito en un lapso de meses, pues quería que esté lo más fresco posible en mi memoria mientras lo escribía, pero también quería que esté toda la historia. Tiendo a revisar mi trabajo y a veces mucho tiempo después de escrito, mientras reviso decido agregar algo.

Corría el  02 de abril del 2015. Luego de una larga noche laborando de taxista en un local, me llamó como a las 7 am una clienta. Ella recién salía de trabajar el turno nocturno en un casino. Me pidió que la lleve a su casa, no sin antes pasar por el centro de Lima por una encomienda que sus padres le habían enviado desde el interior del país. Luego de recoger el paquete enrumbamos a su casa en San Miguel. Llegamos, le ayudé a bajar los paquetes, me despedí, caminé a mi auto y arranqué. Por motivos que aún desconozco, no recuerdo nada más que eso, hasta que me desperté al menos 2 días después en el hospital, luego de la operación. Lo curioso del asunto es que según mis familiares y amigos, jamás perdí el conocimiento. Estaba despierto y consciente durante los 50 minutos que les tomó a los bomberos sacarme y luego en el hospital. Aquí les dejo un link hacia la noticia del accidente:

 http://trome.pe/actualidad/le-da-ataque-asma-y-se-estrella-contra-letrero-2044540

Si bien la prensa es rápida para echarle la culpa a un ataque de asma, lo cierto es que para ellos es bien simple: "si está parado sobre el cuerpo con un arma, es el asesino". Jamás investigan más allá. Bueno, en este caso, dudo mucho que lo haya sido. Yo tengo un tipo de asma muy leve. Tanto así que jamás me falta el aire. Lo peor que me sucede es sentir una molestia a la hora de inhalar, nada más.  Incluso luego de correr el famoso "cross country" del Markham, que son como 5 kilómetros, jamás he tenido un ataque de ese tipo. Uso sólo Salbutamol.

En fin, creo que ya me explayé demasiado. El diagnóstico era simple: Fractura de pelvis en 8 pedazos y sangrado interno producto de la fractura. Si bien  nadie me ha dicho textualmente que tan serio era el sangrado, creo que con decir que al momento de entrar al quirófano, el 04 de abril, tenía 07 de hemoglobina de un normal de casi 14 para un adulto, lo digo todo.

Al despertar, lo primero que vi fue esto:





Honestamente, lo primero que me pasó por la cabeza fue "¿ahora qué chucha hice?" Lo que tienen que saber es que jamás manejo ebrio, no consumo drogas así que tampoco lo hago bajo esos efectos. Lo dije porque era obvio que la había cagado. Lo más duro de todo era no recordar nada del accidente. Soy una persona que acepta cuando la caga, pero en este caso el no saber fue duro. De saber que fui yo el que la cagó, hubiera podido decir "ok, fue tu error, tienes que vivir con esto por un tiempo". Hasta el día de hoy no tengo esa tranquilidad. Al menos hasta ese momento pensé que era lo más duro.

De pronto tenía prohibido caminar, pero perdí mucho más que eso. De pronto ya no podía trabajar, no podía casi moverme, era esencialmente un costal de papas. Pasé de ser una persona que trabajaba y hacia sus cosas sólo a depender de otros para todo, desde alcanzarme cosas hasta ir al baño. Para una persona como yo, es muy difícil de pronto aceptar todas las cosas que esa situación involucra. Fue tanto así el golpe psicológico que entré en lo que creo fue una depresión durante la primera semana. Durante ese tiempo casi no comía. El llamado papagayo, o como yo lo bauticé "papalote", era lo más aceptable de todo. Era una jarra que me alcanzaban para que orine.  Podía guardar cierto pudor y dignidad haciendo un montículo con la sábana al lado y hasta cierto punto tenía cierta privacidad. El que un grupo de personas de pronto te vean desnudo cuando te bañan, viene siguiente en mi lista. Lo más inaceptable de todo por lejos para mí era la llamada "chata". Es una especie de pala que se coloca debajo del culo, poto, trasero, o como guste usted llamarlo, del lisiado para que pueda este defecar. Jamás llegué a acostumbrarme a que alguien más me limpie le culo, pero hice mis pases con el hecho de que no tenía otra opción.

El dolor casi permanente que hasta hoy siento es muy variado, así que vamos por partes. Para empezar tengo 4 heridas abiertas, de donde salen los clavos. Son heridas que hay de desinfectar diariamente y pues tienen el problema de que si me muevo de una forma muy rápida y la piel "se jala", duele. Luego he tenido dolor en prácticamente todos los lugares del ombligo para abajo. Muchos de esos dolores eran musculares, pero los peores sin duda eran los causados por un musculo inflamado que apretaba un nervio, el nervio ciático. Ese nervio recorre mínimo (basado en lo que he podido sentir) la cadera y toda la pierna. En una ocasión me llegó a doler desde la nuca hasta casi los dedos del pie derecho. Tienes también los clavos y los suspensores, aquellos de la foto. No han sido pocas las veces en que por un mal cálculo golpeé estos metales, causándome una gran cantidad de dolor propia de un hueso fracturado. Es importante que usted sepa que le duele a una persona. Si usted entiende la cantidad de posibles fuentes de dolor de la persona, podrá manejarla mejor. No es agradable en absoluto vivir adolorido. El hacerlo te lleva a estar permanentemente a la defensiva, estar de mal humor. El dolor, combinado con la frustración es algo terrible para una persona. Desarrollé mucha intolerancia, aunque pude barajarla un poco con humor. En lugar de decir "no seas tarado" solía decir "ya pues sanazo". Muchas veces me fue muy difícil lograr eso y simplemente explotaba. Preguntar sobre algo obvio era un pecado mortal, suficiente para ponerme sarcástico e irónico. No ayudaba el hecho de mi incomodidad para dormir. Soy de las personas que duermen de lado, por los fierros me era casi imposible.


Puedo decir incluso que he llegado a ser un poco paranoico. Una cosa que tienen que evitar hacer a toda costa, es tomarse libertades que no le corresponden. A lo largo de los años, mi madre, que siempre ha vivido obsesionada con el hecho de que yo estoy "muy gordo", decidió tomarse algunas libertades con respecto a mi dieta desde que llegué a mi casa. Siempre he sido una persona que con un metro 94 de altura ha comido bien, buenas cantidades y de pronto tenía que comer lo que yo catalogo como una "ración de judío en campo de concentración Nazi". Es cierto, siempre he estado un poco subido de peso, algunas veces muy subido de peso, pero aparte de todo lo que estaba pasando, los dolores y demás, lo peor era sumarle el hecho de tener hambre todo el día. Lo único que se lograba con eso era elevar mis niveles de frustración. Lo que tienen que recordar es que en casos como este, lo importante es la psique. Está bien que yo esté un poco gordo, pero no necesitaba en ese momento la frustración adicional. En cualquier momento de mi vida puedo bajar de peso, pero no es bueno ni tiene por qué ser mientras estoy sufriendo un trauma psicológico. Solía molestarme mucho eso y siempre pedía más, renegaba y "puteaba". Incluso mientras escribo estas líneas, ya más de 3 meses después del accidente, me siguen teniendo así. Sin embargo, esta es una "vía de 2 sentidos" y de la misma manera que yo pretendo ser comprendido, comprendo también. Entiendo que mi madre ahora tiene gastos extras, no sólo por mis gastos médicos sino también por mis gastos que ahora que no estoy trabajando, me ayuda a cubrir. Todavía sospecho que no se debe a eso, quizá estoy siendo paranoico, pero como mi madre bien me enseñó, hay un refrán antiguo que dice "hazte fama y échate a la cama" y las evidencias que manejo, me llevan a concluir que mi madre sólo está siendo como yo sé que es. Los domingos pedimos comida, o la compramos en la calle y la acompañamos con una gaseosa. Desde el accidente mi madre se ha puesto a comprar "inca kola zero". Su excusa: "yo también tomo y a mi me gusta". Ok, hasta ahí es aceptable. Cuando sin embargo, en 2 fines de semana ella no ha tomado una sola gota de la gaseosa, te da que pensar.   


Llegó entonces mi primer chequeo. Tuvieron que venir en ambulancia (no hay ascensor en mi edificio, pero felizmente es un segundo piso) y tuvieron que ponerme en "la cuchara" y maniobrarme para poder bajarme y subirme. Odié la cuchara. Me tomaron una radiografía, me vió el doctor y me dijo que todo iba "dentro de lo esperado". El viaje en ambulancia fue divertido.
Con el pasar del tiempo y gracias a la fisioterapia, logré hacer algunas cosas. Al principio cuando por fin me autorizaron sentarme, me mareaba y tenía un dolor en la parte superior del trasero. Ese dolor hasta el día de hoy, ya más de 3 meses después del accidente, aún me acompaña, aunque en menor medida. Mi terapeuta me dice que me duele la sínfisis púbica, yo no estoy tan seguro. Podría ser el coxis.

Poco a poco pude irme pasando a una silla de ruedas y aunque con poco grado de autonomía, podía moverme por la casa. No podía aguantar mucho tiempo sentado en la silla, pero creo que coincidirán conmigo en que peor era nada. Podía al menos moverme a mi cuarto a la computadora. Cabe recalcar que por problemas de maniobrabilidad y la incapacidad de pasarme por la puerta de mi cuarto debido al ángulo, me tuvieron que instalar en el cuarto de mi madre.

Luego vino el día en que me autorizaron utilizar el andador. Fue como al mes y medio de la operación, y como en este punto ya mis niveles de frustración salían de toda escala, fue un gran paso, pero a su vez fue una visión profética de mi vejez.

Llegó entonces el 21 de junio, un día que voy a recordar toda mi vida. Harto ya de tal atropello a mi dignidad, sabía lo que quería y nadie me iba a detener: quería poder ocuparme solo en el baño y dejar de sentirme inútil. Contrario al consejo de mi doctor, cogí mi andador, me fui al baño, me senté en el water (o inodoro) y me ocupé. Ese día me declaré "Chata Free". Nunca más volví a usar esa pala (por su forma) del mal. Decidí entonces que quería una vida más "normal". Un día me llamaron de la comisaría de Magdalena, había una aclaración que hacer con respecto al atestado. Cogí mi auto, con fierros y  todo, y manejé hasta allá. Tuve que bajar la escalera de mi casa despacio y sentado (cosa que el doctor luego dijo que era peor porque el impacto iba directo a mi pelvis) pero fui extremadamente cuidadoso, el impacto fue mínimo. A nadie le gustó, todo el mundo pensó que fui un inconsciente. De regreso manejó mi madre (no la culpen, no es como si hubiera podido hacer algo para detenerme) pero claro, nadie se daba cuenta que yo soy una persona que conoce y respeta sus límites. Encontré sin embargo, que tenía en un inicio, problemas para calcular. Casi raspo varios autos en mi cuadra y de hecho raspé el mío contra el marco de la puerta del garaje.


Una semana después, llegó el que fue quizá el día más frustrante de todos. Era el día de mi cita con el doctor. El día que se suponían me tenían que retirar los clavos. Me desperté temprano, vino la ambulancia, esta vez no tuvieron que usar la cuchara, me bajaron en silla de ruedas y lo sufrí todo el camino. Cada bache, cada curva, cada rompe muelles era un dolor que iba derecho a mi pelvis. Para mi decepción y furia, el doctor decidió que sería mejor esperar 2 semanas más y fue ese día en el que exploté. Estaba furioso, no lo voy a negar. Quería que me saquen los fierros, quería mi normalidad de vuelta y no la obtuve, pero sobretodo quería dejar de sentir dolor. El retorno a mi casa fue casi tan malo como la ida. Al volver a mi casa, cada golpecito por mi torpeza en los fierros (que por cierto me dolían como diablos porque la vibración iba directamente a mi pelvis) eran culpa del doctor, o lo era para mí.  Eso fue acumulando y acumulando mi furia y frustración, hasta el punto en el que de hecho rompí el andador. Bueno, mejor dicho le doblé una pata de un golpe. Durante las siguientes 2 semanas entré en lo que se podría catalogar como una etapa rebelde. Estaba decidido a ignorar los fierros y hacer mi vida lo mejor que pudiera. En buen cristiano, me empezó a "llegar al pincho" el dolor que me causaban los fierros y lo aguanté. Empecé a dormir de lado, aunque no lo lograba por mucho tiempo. Fueron las 2 semanas más largas de mi vida.


Llegó entonces ahora sí el gran día. Me desperté temprano, vino la ambulancia, me bajaron en silla de ruedas y me bajaron muy contento y feliz. Al llegar al hospital, pase directo al laboratorio para los análisis pre operatorios. Cometí el error de tomar algo de agua por tener sed, no mucha, pero agua al final. Luego pagaría por ese error. Luego de los exámenes, esperé en la sala de traumatología, me eduqué y divertí viendo las radiografías de otros pacientes en un televisor que tienen montado ahí para uso de los médicos con fines de diagnóstico. Aproximadamente 45 minutos después me dieron el visto bueno para ir a sala. Subí y me metieron a un baño donde tuve que sacarme toda la ropa y ponerme la bata de operaciones y unos como costales de tela para los pies. Caminé hasta afuera, donde me esperaron con una silla de ruedas. Luego en el quirófano me pasé a la mesa. Antes de empezar, el doctor me levantó la bata, quería ver como era el tema de los fierros. Tuvo la amabilidad de pedirme disculpas, ya que esto causaba que todos los presentes me vieran los genitales. Yo le respondí "no se preocupe, en los últimos 2 meses ya perdí mi dignidad, ya es sólo una raya más al tigre". Todos se rieron mucho. Me inyectaron la anestesia, empecé a sentir el cuerpo adormecido y me pusieron una mascarilla para inhalar con más anestésico. Al cabo de un par de minutos, perdí la conciencia, no sin antes preguntar la hora.

Cuando recobré la conciencia, lo primero que hice fue preguntar la hora. Habían pasado sólo unos 25 minutos.  Estaba muy mareado y con nauseas. Me colocaron en el corredor cerca a una estación de enfermeras, puesto que la operación sólo iba a ser ambulatoria. Pocos minutos después un doctor pasó y preguntó "¿Qué pasa con este paciente?" a lo que una de las enfermeras que estaba ahí le respondió "ahorita lo vienen a recoger" y yo dije "si por favor, que me recojan". Luego me pasaron a una sección del corredor cerrada con biombos.  Me vestí. Al cabo de unos minutos llegaron los de la ambulancia. En el ascensor es donde pagué mi error de tomar agua y vomité. Felizmente, fue dentro de una bolsa de plástico que me alcanzaron. Cuando llegué a mi casa, lo único que hice fue caer como costal de papas en mi cama.


De pronto todo se volvió mucho mejor. No casi perfecto, pero mucho mejor. Luego de algunas pruebas, me despedí de mi enfermero (como por ejemplo saber si podía bañarme por mi propia cuenta). Podía dormir de lado e ir de un lado al otro con mucho menos dolor. El doctor me prohibió subir y bajar escaleras y manejar. En un chequeo posterior me dijo que ya podía manejar, pero midiéndome, cosa que he cumplido hasta ahora. A veces me exijo quizá más de lo que debería, pero nunca demasiado, un pequeño dolor fuera de los comunes y paraba lo que estuviera haciendo.


Ha pasado ya un poco más de un mes de mi última operación. No estoy al 100%, todavía me cuesta caminar y tengo dolores musculares. Pasé del andador a muletas, luego sólo una y pronto va a ser un bastón. Me han autorizado caminar sin nada dentro de mi casa. Fuera de ella, por precaución tengo que usar una muleta. Felizmente estoy rumbo a una recuperación completa.

Hay algunos puntos que me gustaría dejarle mi querido lector. Espero que los tenga presentes cuando trate con alguien con una lesión similar.

1. Una persona en esa situación ya está bastante frustrada e irritable. Hay que pensar bien lo que se dice antes que se diga. Si se le pasa hacer esto, tenga paciencia, porque la probabilidad no es que la respuesta sea amable.

2. Una persona en esa situación busca recuperar su normalidad. No trate de controlarlo ni restringirlo. Si, cuide que no se exceda, pero hágalo de buena forma, no forzándolo, sino discutiéndole alturadamente.

3. No trate de imponerle nada a alguien en esa situación, no necesita la frustración extra. Dialogue y trate de convencerlo de, por ejemplo, hacer dieta. Imponerle algo y hacerlo morirse de hambre, no es algo que necesite en ese momento.

4. Si lo siente irritable, dele su espacio, es mucho por lo que uno pasa, pero como toda tormenta, termina pasando.

5. Si usted está en esta situación, trate de comprender, de ser el caso, que si usted está trabajando ya no podrá hacerlo. Las deudas se le van a acumular y su familia va a ayudarle con esos gastos. Va a tener que aceptar algunos "cortes presupuestales", dependiendo del caso, y va a tener que aceptar algunas cosas. Quizá una menor cantidad de comida, que preparen cosas que no le gustan porque son más económicas y quizá otras cosas por el estilo.


Espero que esta publicación sirva para que otros entiendan lo que es pasar por algo así y tengan paciencia y puedan hacer sentir a esa persona más cómoda y facilitarle los duros días que pasa.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Gracias, pero soy un idiota

Damas y caballeros… he vuelto. Luego de poco más de un año, decidí volver, y ¿qué mejor manera de hacerlo que apuntando mis cañones? Si se les ocurre otra forma, por favor díganmela.

El artículo de hoy llega gracias a: INDECOPI.

INDECOPI, para aquellos incultos, es el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual. No sé de dónde sacaron INDECOPI de ese nombre, pero tengo una vaga idea que no cuadra, como que omitieron en las siglas la palabra “protección”. Tampoco logro entender qué diablos tiene que ver INDECOPI, basado en su nombre, con los consumidores, pero bueno, a todos los consumidores parece que les encanta ir a INDECOPI. Esta institución tuvo la genial idea (solo por si acaso no lo notaron, es sarcasmo) de apoyar la idiotez nacional del Perú. ¿Cómo hizo esto? Bueno, creó el registro “Gracias, no insista”. Este registro, que juro cuando llegue a la presidencia del Perú voy a cambiarle el nombre por el título de este artículo, a menos claro que logre desaparecerlo por completo, tiene por finalidad no recibir publicidad por vía telefónica, correo electrónico y/o mensajes de texto. Para futuras referencias a ese registro en esta publicación, usaré el nombre “Gracias, pero soy un idiota”. No me sorprendería para nada que en otros países exista algo similar a esto si no es que igual.

¿Estar inscrito en este registro me vuelve un idiota? Si, y te voy a explicar por qué. Hay un antiguo dicho que dice “El conocimiento es poder”. La ignorancia no es una bendición, es una ESTUPIDEZ. Nada más cierto. A ti que estás inscrito en este registro te pregunto, idiota, ¿Alguna vez pensaste que estás pagando demasiado por los servicios que tienes en casa? Apuesto que nunca. ¿Cuándo fue la última vez que averiguaste sobre precios de los servicios? Pregunto esto porque bueno, es del ámbito que a mí me compete, el rubro de telecomunicaciones. Aunque claro, hay casos como el del agua, donde uno está atascado con Sedapal le guste o no, así como el de la electricidad, donde uno está estancado con una sola compañía, sea esta Luz del Sur, Edelnor, o la que fuese. Hasta hace poco era lo mismo con Movistar, si querías cable, teléfono y/o internet, estabas atascado con ellos y ellos podían clavarte un precio astronómico y cobrarte lo que quisieran. Esto cambió hace pocos años con Directv y Claro, ahora las personas tienen una opción de elegir, en cuanto a cable, internet y teléfono. No todas, porque por ejemplo Claro no tiene total cobertura nacional como la tiene Movistar, pero bueno, excluyendo claro el tema satelital, que resulta pues más caro que el cableado.

Es realmente impresionante la cantidad de personas que ni siquiera te escuchan cuando los llamas para ofrecerles un producto. Son todos unos idiotas. Les explico por qué. A mí personalmente nunca me han llamado para ofrecerme algo que no sea relacionado con planes de telefonía celular, porque pues la línea fija de mi casa no está a mi nombre, pero si me han llamado al celular a pesar que este no está a mi nombre. Si, debo admitir que yo en un principio no les contestaba o les colgaba, pero desde que empecé a trabajar en un call center, les doy mi tiempo a estas personas. Primero, por respeto. Estas personas están haciendo su trabajo. Segundo, porque yo sé ahora cosas que antes no sabía y sé que me conviene escucharlos.

Digamos que tú, idiota inscrito en este registro de INDECOPI, contrataste un paquete por los servicios de cable, internet y telefonía por un precio de 300 nuevos soles mensuales. NINGUNA COMPAÑÍA ES ESTÁTICA, SON DINÁMICAS. Ahora, en el rubro de las telecomunicaciones y con el fin del monopolio de Movistar, esta se ve obligada a reducir sus costos para tener más clientes. LA COMPETENCIA ES SANA PORQUE EL ÚNICO BENEFICIADO ES EL CLIENTE. NINGUNA COMPAÑÍA EN NINGUNA PARTE DEL MUNDO AJUSTA SUS PRECIOS PARA SUS CLIENTES. Volvamos al ejemplo para la explicación correspondiente. Bueno, digamos que 2 meses luego que tú contrataste tu paquete, este baja a 250 nuevos soles. ¿Tú crees que tú vas a pagar 250 soles? ¡JA! ¡SUEÑAS! Tú, como buen huevón, vas a estar pagando mensualmente 300 soles por un paquete por el que podrías estar pagando menos. Digamos que 3 meses luego, la competencia te da un paquete mucho mejor por 260 soles. Pero tú, como buen idiota descerebrado, vas a seguir pagando tus 300 soles mensuales porque nunca te informaste, porque no te dio la gana de escuchar a aquella persona que te llamó por teléfono. Tú, como buen idiota, te inscribiste en ese registro de INDECOPI. Felicidades, te graduaste de huevón, de idiota y de imbécil para colmo.

Es cierto que esas personas que te llaman son comisionistas. Es cierto que a la mayoría de ellos no les puedes importar menos, pues sólo les interesa la comisión que van a ganar por venderte algo. Algunos quizá te lleguen hasta a ocultar cosas, pero para eso es que ABSOLUTAMENTE TODAS las conversaciones se graban. Para que el cliente pueda defenderse de estos malos vendedores. Hay algunos otros pocos, como yo, que somos buenos vendedores en el sentido que no buscamos “enyucarle”, como popularmente se dice, productos que no necesita al cliente. A mí me gusta estudiar los casos, ver cómo puedo lograr que aquella persona, a quien le agradezco hasta el mínimo gesto de haberme escuchado, se beneficie. Hay tantos idiotas que simplemente te cuelgan el teléfono y/o te dicen “no me interesa” sin siquiera haber escuchado lo que tienes para decir. Yo mantengo un registro de mis clientes y me comunico con ellos periódicamente para ver si todo está bien, si están contentos con el servicio, si hay algo en que pueda ayudarles. A mi me gustaría que me traten así y es por eso que así trato a mis clientes. Les digo además absolutamente todo, no les oculto nada y si por algún motivo me entero de algo que antes no sabía, si es relevante para el cliente se lo dejo saber. Si no tiene por ejemplo televisor, si me entero de algo relacionado con el cable, no se lo digo, es inútil y una pérdida de tiempo.

Bueno, si estás en esa cojudez, perdón, registro, te invito a que anules tu suscripción, lo cual puedes hacer, las instrucciones están en la página web de INDECOPI (http://www.indecopi.gob.pe/). Es una estupidez estar en ese registro. Es cierto que algunas veces puede resultar molesto, pero sólo te toma 1 minuto de tu tiempo decirle a esa persona “ya me informaron, gracias” si ese fuese el caso porque no es el primero que te llama para informarte acerca de ese tema. Otra cosa, en realidad detestamos que nos “paseen” y que nos cojan de cojudos. Aquí les dejo algunos ejemplos de ese último caso:

“Un momentito, voy a ver si está”
(Se escucha en el fondo: “Papá, te llaman de Claro”)
“No está”.

Ten las bolas de hablarme y decirme “no estoy interesado” en vez de mandar a tu hijo.

“Un momentito”
(Se escucha en el fondo: “¡PAPAAAAA, TELEFONO! CLARO!”)
“Que dice que no está”

Ese último, sin comentarios.

Interesantemente, algunas personas son tan idiotas que no saben ni cómo funciona aquello a lo que se están inscribiendo. En la oficina tenemos un gran problema, las “bases de datos”. Lo pongo entre comillas porque más que una base de datos es un registro histórico. No es poco común que la persona que aparece como titular del número telefónico en la base de datos ya no lo sea, por lo que el hecho que nos digan “equivocado” no es poco frecuente. Sin embargo, también tenemos un sistema para evitar llamar a los números registrados en el “gracias, pero soy un idiota” de INDECOPI. Cuando llamamos a estos números, nos pasan una grabación de una chica con voz muy seductora en francés. Hace poco, llamé a un número y me contestó el nuevo titular de la línea. Un tamaño idiota. Si bien su lenguaje mostraba cordialidad y respeto, su tono dejaba más claro que el agua que él quería mandarme a la mierda pero se estaba conteniendo. Como sea, este idiota me decía que ese número estaba registrado en “Gracias, pero soy un idiota” de INDECOPI y que no lo debería estar llamando. Conociendo el sistema de la oficina, le dije cordialmente que eso no podía ser posible porque nosotros teníamos el sistema que bloquea esos números. El idiota me insistía que estaba inscrito y que estaba actualizado a 15 días atrás. Al final resultó que tenía razón, si estaba inscrito, o quizá lo este, no lo sé. Lo que sí sé es que si el idiota se hubiera tomado 2 minutos para saber en qué diablos se estaba inscribiendo y como funciona, habría leído esto en la sección “preguntas frecuentes”:

“2. ¿Cuál es el tiempo que debo esperar desde mi inscripción en el Registro para dejar de recibir llamadas o correos electrónicos?

Los números telefónicos y direcciones de correo electrónico registradas por el consumidor son ingresadas al sistema de forma inmediata. Sin embargo, el plazo para el cese de estas comunicaciones para promover productos y servicios es de quince (15) [días] contados a partir del último día del mes durante el cual se efectuó la inscripción. Por ejemplo: Si me inscribo entre el 1 y 31 de agosto, dejaré de recibir estas comunicaciones a partir del 16 de setiembre.”

Asumo que el motivo es que INDECOPI no transfiere esta información a las empresas hasta 15 días luego del último día del mes. Si el idiota este hubiera leído eso, no me habría dicho nada.

Como sea, ya para terminar, si están en ese registro, considérense idiotas. Si quieren progresar y quizá dejar de serlo, anulen su suscripción. Si alguien les llama alguna vez para ofrecerles algún producto o servicio, escúchenlos, no tienen nada que perder y TODO que ganar. Si hay un correo de por medio, no se cierren, estudien la propuesta, comparen. Sean respetuosos y cordiales, estas personas sólo están haciendo su trabajo.




Por cierto, estoy trabajando para Claro. Vendo los paquetes 3 play. Telefonía fija, internet y televisión digital por cable. Si están interesados en averiguar acerca de la propuesta de Claro, sirvanse por favor escribirme a: alonso.gm86@gmail.com y/o llamarme al 996484212. Es un excelente servicio a excelentes precios. Es tecnología digital, a diferencia de la analógica que usa la competencia y que es obsoleta a nivel mundial.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Despedida

Hoy vine a despedirme. Me encuentro con una decisión muy sencilla. Hay una persona en mi vida, que es muy importante para mí, que necesita mi ayuda, por mucho que no quiera admitirlo. Si quiero ayudarla, necesito su confianza. Este blog resulta un impedimento para que yo pueda conseguir eso. Simplemente no voy a dejar que nada se interponga entre nosotros. Las personas que valen la pena en nuestras vidas van primero que cualquier otra cosa. Si esta persona ve en este blog una amenaza por episodios anteriores con varias otras personas, que se cierre el blog. Voy a hacer todo lo que sea necesario para conseguir su confianza, porque es lo que quiero, porque es lo correcto y porque eso es lo que debo hacer. Si en algún momento el blog deja de ser un impedimento, volveré a escribir. Por ahora, voy a limitarme a responder comentarios.

Hágase en este blog según mi palabra.

Añadido 10 de Octubre del 2010 a las 3.15 pm

Por cierto, al cierre del presente (hoy es domingo 10 de Octubre del 2010 a las 15.15 horas) y a más de un año del incidente, yo sigo esperando (y por cierto tengo derecho a exigirla) a que Stephanie Lobstein y su hermano Geysson me pidan disculpas. La primera por injuriarme y decir que yo la amenazé de muerte y el segundo por amenazarme, no de muerte, sino de agresión física. De paso podrían agradecerme haber tenido el tino de no denunciarlos a ambos. En opinión de dos abogados y un bachiller de derecho, hubiera ganado fácilmente.

Como una nota un poquito aparte, en los Estados Unidos de Norteamérica, en el estado de Nueva York (y me imagino que es similar en otros estados) se pena con entre 5 y 10 años de carcel efectiva el hacer una denuncia falsa ante la policía. Personalmente me parece que la universidad deberia implementar un sistema similar para ahorrarle a futuras personas todo este inconveniente, de más de un año, que esa probadamente falsa denuncia me ha causado.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La guía máxima Carpincho: Creado en el Perú

Tenía desde hace mucho tiempo ganas de escribir algo diferente, de este estilo, pero por diferentes motivos no había podido hasta ahora.

El paradero móvil: Como su nombre lo indica, es un paradero que se mueve con el colectivo. Causa que cada esquina y mitad de cuadra se vuelva un paradero. Uno se puede bajar o subir de cualquier colectivo (menos el metropolitano) en cualquier parte de la ruta. Muy conveniente para los flojos, una joda para el resto de conductores.

La calzada elástica: Parece que mucha gente no aprendió a contar. Dos carriles en una vía significan 2 columnas de autos. Tres carriles significan 3 columnas de autos. En Lima, 2 carriles significan “hay espacio para 3 columnas”, 3 columnas significan “hay espacio para 4” y así sucesivamente. Se pueden observar partiendo de diversos semáforos de Lima en hora punta.

La pintura “sastrecillo valiente”: Tiene la desventaja de que no puede ser vista por los idiotas. Únicamente se utiliza en señales de tránsito, como “Prohibido voltear en U”, “Prohibido voltear a la izquierda”, “carril exclusivo para voltear a la izquierda”, “Pare” y “ceda el paso” entre otras.

La micro-cuota: ¿Quién nunca ha usado la “caja rápida” de un supermercado? Supongo que nadie. Todo el mundo la ha de haber usado al menos una vez. Algunos suertudos han pasado rápido, otros con menos suerte como yo, han tenido que aguantar a uno o más idiotas que pagan su cuenta de entre 1 sol y 5, en la caja rápida, con tarjeta de crédito. Para usar una de esas, hay que mostrar D.N.I., pasar la tarjeta por el aparato, esperar que se acepte la transacción, esperar que se imprima el voucher y finalmente firmarlo. Claro que pues, mientras esto sucede, las personas detrás de este idiota que querían entrar y salir rápido del supermercado, quieren saltar por la ventana de un décimo piso. ¿Qué parte de “caja rápida” no entendieron? Yo todavía quiero saber que mierda tenían en la cabeza los dueños y gerentes de los supermercados para poner el aparato para tarjetas de crédito ahí. Una solución muy ingeniosa la propuso mi amigo Rolando “resaca” Castellares, quien sugirió que se pongan cajas rápidas “con tarjeta” y “sin tarjeta”.

La hora peruana: Un clásico. Aunque muchos se esfuercen para llegar temprano, en esta ciudad sinceramente es casi imposible. Abundan los idiotas, pero más aún abundan los idiotas que causan impacto en el tránsito. Por ejemplo los idiotas que planearon una obra pero no se preocuparon de si las rutas alternas iban a poder soportar el incremento en el tránsito. Otro ejemplo es el idiota que ordena que se recoja maleza de una avenida principal en plena hora punta, causando un cuello de botella maldito, porque el camión pues obviamente se cuadra al lado ocupando un carril.

El cobrador de colectivo: Este personaje es capaz de meter todos los pasajeros que puedan caber a la vez en el vehículo. No desperdicia ni 1 centímetro cuadrado. Se deshace de formas violentas de pasajeros problemáticos que no quieran pagar la tarifa y se libra de responsabilidad al “hacerse el loco” (entiéndase “yo no vi nada”) ante cualquier robo a cualquier pasajero. Viene con frases como: “Pie derecho”, “dele dele carro vacío”, “apura pe tía, tamos en competencia”, “atrás dentran 4” y “pisa pisa” entre otras. Otros países tienen máquinas en sus colectivos, nosotros tenemos un huevón que te maltrata, te habla mal y tiene cara de huaco.

El chofer de colectivo: Sumado al cobrador, este personaje logra maximizar la rentabilidad del colectivo. Es capaz de recoger y dejar pasajeros del borde de la calzada en un ángulo de hasta 45 grados bloqueando el tráfico y viene con la capacidad de “cagarse” en los demás. Nada le importa obstruir el tránsito, él recogerá pasajeros de donde sea y cuando sea, siempre y cuando estén en su ruta. Es capaz de arreglar cualquier problema con la autoridad al instante y por sólo 5 soles. Si esto no funciona, igual es capaz de circular con 1, 10, 20, 50 o 150 multas de tránsito en su haber. Viajará a cualquier velocidad necesaria con tal de ganar pasajeros, también puede frenar de golpe, sin importarle en lo más mínimo la vida o la comodidad de los pasajeros. De la misma manera, cerrará a otros vehículos con maniobras sacadas de una película de la saga “Rápidos y furiosos”.

El súper paradero: Se expande para que puedan entrar hasta 5 columnas de colectivos a la vez. ¿Cree que no entran porque tiene 2 carriles? ¡Eso no importa! Tiene la capacidad de expandirse interrumpiendo cualquier vía, se avenida, carretera o autopista. ¿Pusieron un muro para evitar esto? Eso no es problema, pues si no se ensancha, se alarga para que puedan entrar 2 o 3 columnas de colectivos de hasta 500 metros de largo, suficiente para que el muro no sirva de nada e igual se bloquee la autopista o avenida.

La réplica tamaño real de los cráteres lunares: Esta genialidad peruana está por todo Lima. Los huecos que hay en las pistas de Lima son réplicas de los cráteres lunares. Eso sí, cuidado con los riñones y el coxis.

El colectivo chicha: Un invento peruano, este colectivo viene adornado de muchas maneras. Puede incluir un CD colgado del espejo retrovisor y/o muñequitos y adornos en la consola del vehículo. Lo más divertido sin duda son las calcomanías, que van desde “Guíame señor de Motupe”, “En memoria de mi padre”, “X e Y mis amores”, “Jesús es mi guía” y cualquier otra cosa que se puedan imaginar.

Son todos los ejemplos en los que puedo pensar ahorita. Sientanse en la libertad de agregar otros en sus comentarios.

Añadido (Martes 26 de Octubre del 2010 a las 2.00 am)

La intersección del idiota: Una absoluta genialidad (sarcasmo). En una intersección, lo que manda la lógica es que en aras de evitar accidentes y facilitar la fluidez del tránsito, los vehículos que vengan por cierta vía tengan la preferencia sobre otros. En Lima es común, ya que la gente parece no ser capaz de leer, se acompañan esas enormes letras blancas en algunas esquinas que dicen "PARE" con un rompemuelles o una giba. Lo inexplicable es por qué en muchas intersecciones el "PARE" y el rompemuelles estan en diferentes vías. Lo inteligente sería ponerlos juntos, no por separado, pues hay que ser idiota para hacerlo. Cerca a mi casa hay un cruce en "T" de dos avenidas. Lo curioso es que en las 3 entradas a este cruce hay rompemuelles. ES IDIOTA PUES SEÑORES. Están haciendo que todos aquellos que entran a la intersección tengan que bajar la velocidad, haciendo que los vehículos se acumulen y congestionando el tránsito.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Cuna de idiotas

El otro día, un amigo me pasó una noticia en la página web del Comercio, diario peruano. La noticia la pueden encontrar aquí:

http://elcomercio.pe/noticia/633014/ministerio-mujer-exigio-censurar-comercial-tv-diario-deportivo

Para aquellos flojos que no quieren leer, que siempre habrán, les comento que desde hace aproximadamente un mes, se ve en la televisión peruana un comercial de un diario deportivo llamado “El Bocón”. Aquí les dejo el comercial:

http://www.youtube.com/watch?v=g2dzLg0hsX8

El comercial es simplemente brillante desde el punto de vista que transmite el mensaje que quieren dar. Sobre el comercial en sí, entiéndase la situación que se plantea, como ya es costumbre en este país, las personas hablan idioteces, exageran. Nunca faltarán idiotas que vienen a hablar estupideces. Si de algo está lleno el mundo, es de idiotas. Lo peor del asunto es cuando la punta de lanza de tanta idiotez es el Ministerio de la Mujer y desarrollo social (MIMDES). Nadie escapa de mi.

“Según sostuvo la ministra, “el spot publicitario del diario “El Bocón”, difunde una situación de maltrato emocional y trato humillante perpetrado en contra de un niño, lo que constituiría una transgresión al Principio de Adecuación Social”.”

No va tan bien la cuestión. Algunos términos me vienen a la mente, como “sarcasmo”, “humor negro” y “ficción”. ¡Es un comercial de televisión por el amor de dios! (sigo siendo ateo, es sólo que la expresión pega) Es ficción, idiotas, es decir no es real. ¿Acaso cuando abrimos un “Cifrut” nos cae un chorro de agua? Hasta donde yo sé, no. ¿Acaso el chocolate sublime es enamorado de la galleta de vainilla? (sublime con galleta) Habría que ser muy idiota para creer que sí. Algunos argumentarán que “los niños se lo pueden tomar como realidad”. Claro, como todos los niños creen que existe una máquina del tiempo mediante la cual tu yo futuro viene a visitarte para orientarte con respecto a los dos sistemas de pensiones nacionales que hay en Perú. Contrariamente a lo que la mayoría cree, los niños no son idiotas, al menos no del todo. “¿Quieres tener los mejores consejos sobre sexo? Envía sexo al 5115 y recibe los mejores consejos” o algo similar a eso a las 2 de la tarde. Ese reclame lo he visto hace media hora, mientras buscaba ejemplos de otros reclames. ¿Dónde está el ministerio ahí? ¿No había algo llamado “horario de protección al menor"? ¿Qué mensaje creen que le puede enviar a un menor una bomba atada a un sofá que luego explota? ¿No podían usar un mago en un acto para decir “apúrate que desaparecen”? Bajo el argumento de “los niños lo pueden tomar como realidad”, yo diría que ese reclame sería muy apropiado si estás entrenando terroristas. Por cierto, si claro, los niños son TAN conocidos por su habilidad para sentir y ejercer la empatía. ¿En qué planeta viven? La última vez que yo verifiqué, los niños se seguían molestando hasta hacer que el compañero de clase llore. El niño va a mirar el comercial y lo que va a pasar es que le va a dar gracia, es todo. Por último, los niños no son idiotas, te sientas con él/ella/ellos, les hablas, les explicas que es ficción, que esas personas son actores y que si eso fuera realidad sería malo. Aparentemente, contrariamente a todos aquellos que comentaron idioteces, el niño va a entender. ¿Muy difícil? ¿Toma mucho tiempo? ¿Quieren un manual? Lo siento pero yo no pierdo mi tiempo en idioteces o en hacer cosas para idiotas.
“Maltrato emocional y trato humillante perpetrado en contra de un niño” dice la ministra, pero ¿acaso no les enseñamos a los niños a no mentir? De pronto eso se vuelve bastante hipócrita. El padre en el comercial hace eso, le dice lo que piensa a su hijo, personalmente yo creo que un gol con la canilla es más suerte que habilidad, pero bueno. ¿Cómo era esa frase famosa? Ah sí, “Hay que enseñar con el ejemplo”. De pronto si le empiezas a mentir a tu hijo(a), él/ella va a empezar a mentir. No hay ninguna ley contra la cruda verdad, o de lo contrario yo estaría preso. Ya que la mayoría cree que los niños son idiotas ¿creen que entiendan los conceptos de mentira blanca y racionalización? Yo diría que desde su punto de vista no lo hacen, por lo que decirles “no mientas” involucra decirles la absoluta verdad. Mentira blanca: aquella que decimos para que el otro se sienta mejor. Racionalización: mentira que decimos para nosotros sentirnos mejor.
El niño en ese comercial tendrá entre 6 y 8 años, no creo que más o, en caso esté equivocado, no creo que mucho más o mucho menos. Si supusiéramos que ese niño no fuese un actor y que esa fuese una situación de la vida real, yo diría que a esa edad ese niño ya sabría perfectamente en que trabaja su papá y sabría perfectamente como critica a otros y su forma de hacerlo. Ahora bien, quienes se hayan tomado el tiempo de ver todo el comercial, notarán que al final el niño mete otro gol. Ve a su padre y este le hace con la mano el gesto de “más o menos”, entiéndase regular. Cualquier idiota con la más sutil inteligencia es capaz de darse cuenta que “regular” es mejor que “horrible”. ¿Qué quiere decir esto entonces? Que el niño mejoró.

“Agrega que el hecho que se transmita un spot televisivo de un diario deportivo cuyo principal consumidor es de sexo masculino podría constituir un mecanismo de validación social por parte de este segmento de consumidores frente a situaciones de maltrato emocional y trato humillante frente a los niños, situación que se agrava frente a la posibilidad de que éstos sean sus propios hijos.”

Tengo noticias para los idiotas que afirmaron eso, en un adulto, solo el maltrato durante su infancia genera que maltrate a sus hijos. Un comercial no cambia a un adulto sano. A un adulto mentalmente enfermo (paranoide, esquizofrénico, o algo similar) podría ser que sí, pero no creo que ellos vean mucha televisión o estén al cuidado de niños. Obviamente, estoy hablando de aquellas personas mentalmente enfermas y no medicadas, porque un esquizofrénico o una persona paranoide puede ser totalmente normal si está bien medicada. Para un niño desatendido, dada su natural ignorancia (porque nadie nace sabiendo), ver porno o películas de guerra puede resultar en conductas inapropiadas. Un niño en esas circunstancias, al no tener un concepto claro del bien y el mal y la ausencia de un padre, madre, o ser querido que lo oriente, puede llegar a considerar la violación o el asesinato como cosas normales. La premisa “¿todo el mundo lo hace no? Lo vi en televisión” puede llegar a ser parte de su forma de ver el mundo. Los mayores asesinos y violadores en serie de la historia fueron abusados de niños, ya sea sexualmente, físicamente y/o psicológicamente. El no ser tratados como seres humanos, sino más bien objetos o basura durante su niñez los llevó a deshumanizar a sus víctimas, lo que terminó en esos actos, algunos incluso con torturas incluidas. En otros casos, personas que han sido maltratados de niños o hayan sufrido un trauma muy grande, terminan siendo drogadictos como una manera de escapar a eso o bien recordar a un ser querido que está muerto. Lo único cierto con respecto a los drogadictos es que todos son miserables. Su vida apesta. Sin embargo, no todos los miserables consumen drogas, yo lo fui por mucho tiempo y nunca las probé siquiera. He sabido de casos, entre mis conocidos donde ellos o ellas jalaron cocaína (no estoy seguro cual clase) pero nunca desarrollaron una adicción. ¿Mi conclusión? Que las drogas son sólo adictivas si tu vida es miserable. Esa es mi idea, no es una verdad absoluta ni mucho menos. Cuando desarrolle un experimento y consiga unas 1000 personas mentalmente sanas y bastante locas (en términos populares) que se presten, podría pasar a ser hecho científico, pero hasta entonces es sólo una teoría.
Es absolutamente lamentable que la opinión de tantas personas (ver los links) sean idioteces, pero más lamentable aún es que esas ideas idiotas se esparzan como la peste negra. En algún lugar escuché que los organismos noticiosos incluyen estas secciones de opinión para “nutrirse” de la opinión del público. Personalmente no veo donde está la “nutrición” ahí, pero bueno. Esas secciones de opinión no son otra cosa que una cuna de idiotas.

Por cierto, durante los problemas técnicos, me enteré que Indecopi se unió a la estupidez, al vetar el comercial.

sábado, 17 de julio de 2010

Maestro

Tengo que empezar por decir que el título de este artículo tiene por único fin aumentar mi ya tremendamente inflado ego. Tengo ciertas esperanzas de que los comentarios digan algo parecido a “maeeestro carpincho”. Obviamente, si van a comentar eso, coméntenlo porque es su opinión, no por ser “chupamedias”. En este artículo los voy a meter a mi cabeza. Van a ver el mundo como lo veo yo, van a, con suerte, aprender a pensar como deberían.
Es hora ya de que los seres humanos nos dejemos de huevadas. Es hora de que las ruedas de la historia cambien de dirección. Es hora de que los seres humanos empiecen a utilizar ese don que la mayoría tiene atrofiado: su humanidad. Yo creo que no por tener padres humanos o pertenecer a la especie humana usamos nuestra humanidad y pretendo probarlo. Pero empecemos con lo importante, nuestro deber. Somos la especie dominante del planeta, somos los más inteligentes, o al menos eso es lo que se sabe. El punto es que, aunque a muchos les vaya a pesar, esto viene con una responsabilidad, pero este tema voy a tocarlo más adelante.
Hay que empezar por preguntarnos (vayan practicando para que des-atrofien su capacidad de pensar, idiotas) ¿Qué nos hace humanos? ¿Es acaso nuestra genética? He sabido de casos donde lobos o chimpancés son más “humanos” que muchos sujetos de padres pertenecientes a la especie humana. ¿Qué es entonces? Son una pequeña lista de atributos, los 4 más importantes: La lógica, la racionalización, la ética y la humildad. Es hora ya de que los seres humanos empiecen a pensar en base a esas 4 cosas. Aunque claro, es muy optimista pensar que lo que muchos seres humanos hacen en la actualidad, sea pensar.

Lección 1: Reglas básicas de la condición humana

1. Todo el mundo miente
2. Todo lo que hacemos está dictado por un motivo
3. Todo el mundo se equivoca
4. Toda acción, de una u otra manera o trae un beneficio para uno mismo o evita un daño.
5. Los sentimientos siempre afectarán nuestra efectividad para pensar (en aquellos que claro, piensan)

Hace aproximadamente 2 meses, Jennifer me habló por Messenger. Siempre he pensado que bloquear a alguien que no hace algo que te incomode es simplemente idiota, por lo que no suelo bloquear a las personas salvo que sean tan insistentes que empiezan a molestarme. En fin, ese hecho me recordó otro.
Hace 5 o 6 años, mi mejor amiga se llamaba Antonella. Ella estuvo en “jileos” (entiéndase coqueteos) con un chico. Por un motivo que no recuerdo, todo se fue “al tacho” entre ellos. Lo que si recuerdo es que no fue por decisión de ella, fue un factor externo o decisión del chico. Poco tiempo después (menos de 1 mes) un chico que se llama Rodrigo, le dijo que le gustaba. A ella le empezó a gustar y bueno estuvieron de enamorados. El punto es que yo le dije que dadas las circunstancias, no era un amor o un gusto que se hubiera dado naturalmente sino más bien un fenómeno causado por la natural necesidad humana de no deprimirse, no sentirse solo y vivir una vida cuanto menos “aceptable”. Este hecho implica más de lo que se ve a simple vista. Una persona puede estar indefinidamente sin enamorado o enamorada. Que no te guste nadie en mucho tiempo, es otra historia totalmente diferente. Algunas personas, especialmente mujeres, deciden ignorar este “llamado” psicológico (que claro, tiene su razón de ser evolutiva) y ponen su profesión, carrera, trabajo o lo que fuese primero, pero no duran mucho. Lo cierto es que en los casos como este, donde hay una decepción amorosa de por medio, no es un amor que se hubiera dado en circunstancias normales. En fin, como Antonella no me daba la más mínima señal de haber entendido mi punto, me volví bastante insistente. He ahí el error de mi parte. Antonella pudo pensar o sentir cualquier cosa, pero todo eso es subjetivo, lo que si nunca dio señal es de haberse tomado 5 minutos para pensar en el asunto basándose en lo que yo le decía. Al poco tiempo, ella marcó distancia. Por mi parte, yo traté y traté de arreglar las cosas, pero a Antonella parecía no importarle en lo más mínimo los 3 o 4 años de mejores amigos que tuvimos. Estuve un poco deprimido (no al punto de mi última depresión) por unas cuantas semanas. Ya por ese entonces había aparecido Mumi en mi vida y se disputaba el puesto de mi mejor amiga con Antonella. Esta disputa, Mumi la hubiera ganado muy rápido, pero Antonella tenía mi lealtad, por antigüedad. Luego de ese par de semanas deprimido, sentí nostalgia de vez en cuando. Lo interesante es que 5 o 6 años después, sigue de enamorada con Rodrigo. Eso no significa que me equivoqué, significa que es una idiota. Cinco años después aún no se da cuenta. Lo curioso del asunto es que hace unos meses me volvió a agregar al Messenger y empezó a hablarme. La muy idiota cree que después de sus errores, después del daño que me hizo puede venir a hablarme como si nada nunca hubiera pasado, incluso me llama de la forma que me solía llamar, un apodo que me puso y que solo ella usa. Tienen mi permiso para reírse, “loquillo” es el apodo. Si, es absolutamente ridículo, pero cuando necesitas de alguien, simplemente dejas de fijarte en esas cosas.
Jennifer hizo prácticamente lo mismo, aunque ella afirma que era porque tenía insomnio, era de madrugada y no tenía nada mejor que hacer. Terminé descubriendo que no tenía la más mínima idea del daño que causó el episodio. Lo triste del asunto es que, si yo la hubiera podido “leer” y me hubiera dado cuenta de que estaba actuando tal como yo había planeado que actúe, (relación causa-consecuencia) en el momento exacto que debía, la segunda parte del episodio se hubiera evitado y yo me hubiera ahorrado 3 años de depresión, ella se hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza y Vanessa se hubiera ahorrado algo que pues, no estoy seguro que sea. Claro, yo también tengo culpa, es más grande que la de ella y por bastante, (como 99.99% mía y 0.005% de ella) sin mencionar claro que los dos teníamos sentimientos que nublaban nuestra visión del asunto. Llámense estos amor, ira, rabia, lo que fuese. Si bien el problema no empezó por algo que ella hizo y por ende no era tan obvio el daño que causó el asunto, yo diría que escribirle correos periódicos diciéndole lo que había pensado sobre el tema y mis conclusiones, es un letrero bastante grande.
Lo crítico de esto es que estos 2 casos representan al grueso de las personas. Para la mayoría, el universo gira alrededor de sí mismos y casi nunca piensan en los demás, salvo que se trate de personas cercanas a ellas. Se me ocurre una palabra: NEGLIGENCIA. De nuevo, la Real Academia de la Lengua Española ilumina a los ignorantes:
negligencia.
(Del lat. negligentĭa).
1. f. Descuido, falta de cuidado.
2. f. Falta de aplicación.

Lección 2: Toca tierra, entérate de lo que eres

Ahora bien, quisiera citar a Ben Parker, personaje de “Spider-man”. Él nos enseña que: “con un gran poder, viene una gran responsabilidad”. Yo me pregunto ¿por qué las personas olvidan que somos súper héroes? Acepto que esto puede y definitivamente suena, absolutamente ridículo, pero lo cierto es que lo somos, a pesar de no poder volar por los aires, saltar grandes distancias, ni mover enormes pesos. Esperen, si podemos hacer eso. Volamos gracias a aviones y artefactos que inventamos, podemos saltar grandes distancias con una garrocha o un trampolín, objetos que también son invenciones humana y podemos mover grandes pesos por medio de poleas, sogas y grúas, objetos que la humanidad inventó. Un súper héroe o súper villano tiene, obviamente, súper poderes. Los nuestros no radican en nuestra capacidad física, sino en la mental. De todas las criaturas vivas en este planeta somos los más inteligentes, somos los que más impacto hemos causado en nuestro planeta en 200 000 años que cualquier otra en 200 millones de años. Ser un ser humano no es un derecho, es un PRIVILEGIO. Como tal, tenemos una obligación, una obligación con nosotros mismos, con nuestra especie, con nuestro mundo y con todas las criaturas que lo habitan. Tenemos un deber de ser mejores. Para eso es necesario analizar lo que hemos vivido y aprender todo lo que podamos de eso.
Alguien me dijo, hace pocas semanas, algo que prendió mi chispa de inspiración. Sin embargo, el contexto es importante. Esta persona me llamó un “cyber” y mi respuesta, ante mi ignorancia fue: “qué coño será un cyber”. Fue ahí cuando me puso lo siguiente:


“averigua.. analisa... desperdicia tu tiempo... eres bueno en esoo my lovee. tengo tarea cdt chauu... solo t hablaba para ese favor. pero fue. me da lo mismo byee”

Bueno, lamentablemente es el “pensamiento” de muchas personas que conozco. Lo pongo entre comillas porque en realidad no se le puede siquiera considerar como un ápice de pensamiento. Considero que es importante analizar esto.
Una palabra que no se puede separar de analizar, es curiosidad. Las personas analizan e investigan porque tienen curiosidad. ¿Qué sería del mundo si alguien no se hubiera preguntado por qué nos enfermamos? Bueno, en ese caso probablemente yo estaría muerto. La tifoidea que sufrí en 5to de primaria probablemente me habría matado, pues no habría antibióticos. Mi madre estaría muerta o moribunda, el cáncer que sufrió hace 2 o 3 años nunca hubiera sido detectado y por supuesto, olvídense de la quimioterapia o radioterapia.
La curiosidad es simplemente genial. Dicen que la necesidad es la madre de la inventiva, y en la mayoría de los casos lo es, pero la curiosidad llena los espacios que la necesidad no cubrió. Galileo no tuvo una necesidad de estudiar las estrellas, fue su curiosidad la que lo llevó a hacerlo. Alexander Fleming no tuvo la necesidad de investigar por qué había espacios sin bacterias en su disco de petri, lo hizo por pura curiosidad, y terminó descubriendo la Penicilina, el primer antibiótico. La curiosidad genera siempre investigación, la investigación genera resultados y los resultados deberían generar análisis. Científicamente siempre lo hacen, en el día a día de las personas, no. Supongo que debería agradecerle a la evolución esto, pues gracias a eso los psicólogos clínicos tienen trabajo.

Lección 3: El otro existe

Las personas deberían aprender que el universo no gira en torno a si mismos. Toda acción que involucre a otro (pollo o carne en el McDonalds no va a hacer diferencia) afecta de alguna manera a otros. Muchos dirán “no, yo no soy egocéntrico ni egoísta, yo si pienso en los demás”. Bueno idiota, ¿Cuándo fue la última vez que te preocuparon las consecuencias de tus acciones? o, ¿cuándo fue la última vez que buscaste entender a una persona que te hizo algún tipo de daño? Esto se puede ver a diario en prácticamente todos lados. Es una falta de respeto por los demás que resulta realmente alarmante para una raza supuestamente tan evolucionada como el ser humano. Desde las cosas más pequeñas a las más grandes. Desde cosas tan prácticamente insignificantes como saltarse gente en una fila (o “colarse” para los peruanos), hasta cosas tan graves como porque un chico o una chica le sacó la vuelta a su enamorado o enamorada, o por qué un matrimonio acabo en divorcio pasando por los problemas entre amigos.

Lección 4: Ve más allá de lo evidente

Por poner un ejemplo del tope de mi cabeza, hace algún tiempo fui a jugar fútbol con varios amigos. Uno de ellos estaba hablando por celular con su “ex”. Oficialmente, es “nos estamos dando un tiempo”. El asunto es que la chica le hizo creer a mi amigo que había agarrado (darse un beso) con otro chico 2 días después de la ruptura y sin haber hablado sobre el tema. Mi amigo lo único a lo que atinaba a preguntar era “¿Cómo pudiste hacerme eso?” y lo cierto es que esa misma línea la he visto desde en las telenovelas que ve mi madre, hasta amigos míos. Yo pregunto, ¿No era acaso mejor preguntar por qué y tratar de ver por qué lo hizo? Ciertamente lo era, pero nadie lo hace. Pero claro, esto sin tomar en cuenta algo que muchas personas pasan por alto, que todo el mundo miente y nadie, por muy Benedicto XVI que sea, está exento de esa regla. Muchas veces se pueden evitar problemas mayores si se hace un análisis de los motivos del otro, pues es otra regla básica de la condición humana que todo lo que hacemos está dictado por el motivo. ¿Acaso lo hizo porque se sentía destrozada por la ruptura y buscó olvidarlo de una forma poco ortodoxa? Aceptémoslo, la clásica consecuencia de enterarse de algo así es beber alcohol hasta la inconsciencia. ¿Está acaso mintiendo sólo por algún motivo retorcido? Pero hay que indagar más aún en el tema, ¿Qué la llevó a romper con mi amigo? ¿Fueron acaso problemas familiares? Todo en nuestras vidas y en las vidas de los demás está ligado entre sí. Lo que pase en tu vida familiar o amorosa y la forma que estos hechos te afecten te va a llevar a hacer esto o aquello, y por ende afectan el global de tu vida.
Vamos a poner otro ejemplo. Cualquiera que no haya leído la cadena entera de artículos sobre el tema con Jennifer, habría pensado “pero que salvaje este huevón” o “¿Cómo se le ocurre decirle eso?” o “que imbécil” o algo por el estilo. De una u otra forma, todos tendrán razón. Quizá quienes hayan leído la serie entera de artículos habrían entendido un poco más y quizá su opinión no sería tan extremista.
Voy a hacer un paréntesis para contar otro caso que me va a llevar directo al punto. Una amiga me contó que su enamorado puso fin a la relación que tenían. Ella sigue enamorada de él y todo esto se debe a un mal entendido. Luego que me contó esto yo le pregunte si él la había insultado. Ella me dijo que sí. Para su sorpresa, yo le dije que eso era algo bueno. En realidad, idiotas, lo es. ¿Por qué lo es? Porque si la insultó es porque está herido. A más fuerte el insulto, más herido se está. Mientras más herido se está, más grande el amor que siente por alguien. De pronto todo el asunto con Jennifer y los artículos y la severidad de estos cobra sentido ¿o no?
Existe la relación causa-consecuencia. En la vida diaria, la consecuencia será lo que alguien haga o diga. Ver la causa es lo importante.

Lección 5: Aprende de tus errores

Soy una persona que valora mucho más sus fracasos y errores que sus éxitos. Si alguien me preguntara por qué, daría la misma respuesta que Dr. House le dio a su psiquiatra en la serie: “Los éxitos sólo duran hasta que alguien los echa a perder, los fracasos son para siempre”. Nada más cierto.
Esto sin embargo, no quiere decir que nos lamentemos de por vida de nuestros errores, como seres humanos, tenemos el deber de ser mejores. Para ser mejores, hay que aprender de nuestros errores. Es por eso que yo analizo a fondo cada cosa que vivo que sale mal o que quiero que salga bien. En caso esa última no salga bien, analizo en dónde me equivoqué y aprendo de eso.
En varios artículos de este blog podrán ver mi análisis y mis conclusiones finales sobre cualquier tema que haya involucrado un fracaso. Algo que he aprendido con el tiempo es que cuando hay sentimientos de por medio, nuestra capacidad de juicio queda totalmente anulada. Es por eso que suelo hablar con personas, rebotar ideas. Cualquier cosa que me puedan decir, independientemente de lo idiota que pueda ser, puede despertar una idea en mí que sea una solución o una razón.

Eso es todo por hoy, pueden retirarse.

viernes, 16 de julio de 2010

Caso Cerrado

No me gusta dejar las cosas a medias. Acepto cuando me equivoco y si en esta ocasión negara que mi error fue una metida (hasta el fondo por cierto) de 4 patas con caída de cara incluida, sería un idiota.
Hoy, luego de conversaciones, aclaraciones y un análisis que bueno, no demandó mucha profundidad, descubrí que me equivoqué, y fue “con furia”, como se dice aquí. El punto es que cometí un error y para ser mejor persona, tengo que intentar enmendarlo y de paso aceptar que me equivoqué, pues tiene que ver con mi humildad y por ende con mi humanidad.
Hace 3 años cometí un error, uno bastante grande y yo creo que pagué un precio muy alto por mi error. Métanse esto en la cabeza, idiotas, cometes un error y pagas las consecuencias, así que cuidado donde pisan.
En ese entonces, por diversos errores mucho más pequeños, mandé a rodar a Jennifer y a Vanessa, como parte de un plan para desaparecer de su vida. Este plan traía una, llamémosla clausula, que quemaba los barcos, al fiel estilo de Hernán Cortez. Sepan que él hizo eso cuando estaba conquistando México y sus hombres quisieron abandonar la lucha y zarpar en los barcos de vuelta a no sé si España o Panamá o Cuba. Para lograr este fin, porque sabía que eventualmente me iba a arrepentir e iba a querer volver a sus vidas, tenía que hacer que me odien. Lo que hice para lograr eso, es irrelevante, lo que es relevante es que, al menos con Jennifer, funcionó.
Como lo predije, a los pocos meses me arrepentí y de nuevo, como lo predije, intenté volver a sus vidas. Siempre he dicho que cuando hay sentimientos de por medio, la visión que tenemos sobre los hechos en nuestras vidas es totalmente borrosa y puede llevar a un tipo metafórico de alucinación. El punto es que yo nunca vi que a Jennifer le afectó lo que le dije y no ví tampoco que lo que ella me decía era en realidad para vengarse. Me equivoqué, no vi la realidad y desaté la guerra. Lo que dije de ella, no lo voy a repetir y no lo busquen, porque como parte de la disculpa del caso pues los eliminé del blog. El asunto es que le dije de todo. Las peores cosas que se me pudieron ocurrir y, probablemente a ustedes también, se las dije.
Hoy puedo decir con total y absoluta certeza que me equivoqué. Ella no es una mala persona en absoluto, pero si, tiene su grado de idiotez en algunas cosas, pero hasta yo tengo cierto grado de idiotez en algunos campos. De hecho es una persona con una gran capacidad de perdonar (yo no me hubiera perdonado). Digna de todo respeto y admiración.
He tenido mucho tiempo para pensar en este asunto y para ser honesto, le he dado más vueltas que a una ruleta. Hice una lista de errores, míos, de Vanessa y de Jennifer, pero conforme pasó el tiempo y se fueron descubriendo cosas y me fui enterando de la verdad del asunto, bueno la lista de Vanessa se redujo a 1, la de Jennifer a 0 y la mía es la enorme, tanto así que ya perdí la cuenta. Dadas las circunstancias, Jennifer no se equivocó en nada. Vanessa tuvo un error de omisión. Cuando hay un tigre o un león en tu patio haciendo destrozos, pues no lo dejas hacer lo que le dé la gana, buscas una forma y lo detienes.
Con respecto a mí, pues cometí un error de principiante, no vi que lo que ella me decía era en venganza o en defensa, como sea que se quiera mirar. Eso me llevó a desatar una “guerra” que nunca debí declarar y que nunca debí pelear. Insulté y le dije de todo a quien no solo no se lo merecía, sino que solo actuaba como en mi estúpido plan yo quería que actúe. Dejé de considerar cosas y cometí un error tras otro.
De nuevo, pido todas las disculpas del caso, mi error fue enorme, probablemente el peor que he cometido hasta ahora, pero definitivamente es por el cual he pagado el más alto precio.

Quiero concluir citando a mi pseudo doctor favorito:

“El dolor nos hace tomar malas decisiones, tanto el dolor como el miedo son excelentes motivadores”- Gregory House

Hay dos tipos de dolor, el físico y el psicológico. Para mí el segundo es el peor.


Caso Cerrado

sábado, 22 de mayo de 2010

Ni a la policía se la respeta

En esta última semana he presenciado dos incidentes realmente alarmantes, en cuanto al respeto de las personas por el otro. Obviamente, si no se respeta a la autoridad, menos aún se va a respetar a una persona común y corriente.

Me encontraba yo yendo a la universidad ayer martes 18 y estaba detenido en el semáforo de la Av. Tomás Marsano y la Av. Villarán. Me encontraba yo a pocos metros del semáforo. La Av. Tomás Marsano, para los extranjeros y los desubicados, tiene 5 vías y 10 carriles. Cuatro de las 5 vías son para transporte privado y taxis, cada vía tiene 2 carriles y son pues la vía principal y sus auxiliares. La vía del medio (un carril en cada sentido) es para es para los colectivos.

Un patrullero estaba cruzando la Av. Villarán, un auto y una camioneta tipo mini-van estaban esperando para voltear a la izquierda. Cuando el patrullero estaba a unos 2 ó 3 metros de distancia, la camioneta se le atravesó. El patrullero tuvo que frenar en seco, pero gracias a que, como ya es su costumbre por motivos económicos, viajaba unos 40 kilómetros por hora, logró evitar la colisión. Los oficiales a bordo de este patrullero estaban tan molestos por este incidente, que doblaron a la derecha y persiguieron a la camioneta. Imagínense lo descarada de esa cruzada, que el patrullero, a pesar de cruzar una vía de 3 carriles, no pudo voltear a la derecha por falta de espacio ante la berma central. Yo me pregunto ¿dónde sacó brevete (licencia) este huevón? Probablemente en el Jirón Azángaro en el centro de Lima. Lamentablemente, la otra posibilidad es que en realidad su licencia haya sido original, pues por lo que he visto, el Touring y Automóvil club del Perú (entidad encargada de otorgar las licencias de conducir en el Perú) prácticamente las regala.

El segundo caso es mucho más personal. Detrás de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), se encuentra el complejo de la universidad de “los Álamos” así como otra playa privada que también es usada por alumnos y algunos profesores. Debido a esto hay gran tránsito de personas por la Calle Alonso de Molina (contrariamente a lo que muchos creen, es calle, vean los letreros). Motivo de esto, la universidad ha pintado un cruce peatonal y contrata a un oficial de policía que detenga el tránsito para que los peatones puedan pasar. Bueno, en realidad no sé si es contratado por la universidad, pero el hecho es que siempre hay un oficial parado ahí.

El miércoles pasado, salía yo de clases. Como es mi costumbre, salí por la puerta trasera, la de la Calle Alonso de Molina. Me detuve en el cruce peatonal a esperar que la oficial (ese día mujer) me diera el pase. En pocos segundos lo hizo, ella y yo habremos dado 1 o 2 pasos sobre la vía cuando un idiota taxista casi nos atropella a ambos, a pesar de que la oficial obviamente había ordenado el alto a los vehículos. El taxista había sobre parado, motivo por el cual nos aventuramos a cruzar, pero en el último minuto el muy idiota volvió a acelerar, se detuvo de nuevo y se dio a la fuga. Lamentablemente la oficial se encontraba a pie, por lo que no pudo perseguir al muy bastardo y retenerle la licencia de conducir. El muy imbécil nos pasó tan cerca, y frenó pocos centímetros delante de nosotros (se abrió un poco e invadió el carril contrario). La oficial se irritó tanto que, naturalmente, le dijo “concha tu madre”.

Otro caso, ya no relacionado con la policía pero si con el respeto al otro, es un día que mi madre y yo nos encontrábamos camino a nuestra casa, estábamos cruzando la avenida Thomás Marsano por la Av. Villarán, cuando el semáforo cambió de luz verde a roja. Ya habíamos cruzado las 3 primeras vías, cuando ocurrió el cambio de luz. El reglamento nacional de tránsito establece que quien esté primero en una intersección tiene la preferencia. A un muy suicida e imbécil motociclista poco o nada le importó esto. Tampoco le importó el hecho de que el auto donde viajaba, otro auto y una camioneta estemos en la intersección y arrancó estilo carrera (usualmente yo hago eso si estoy en primera fila en un semáforo, pero siempre espero que hayan cruzado todos). Esto obligo que los 3 frenemos en seco.

¿Dónde quedó entonces el respeto por el otro? Obviamente, si las personas no pueden respetar a un oficial de la ley, menos aún van a respetar a un conciudadano. Esto es algo para que lo piensen, para que se pregunten si ustedes respetan a las demás personas, obviamente a todos aquellos que los respetan, pues hay que ser muy idiota para respetar a alguien que te está amenazando o te está asaltando. Muchas personas tienen la capacidad de desarmar a un sospechoso armado. El respeto por otros es algo que debe ser respetado salvo en casos provocados por la otra persona. Lo dejo ahí, para que quienes puedan, lo piensen.


Agregado (Misma fecha, 5.40 pm)


Dado el comentario de Javier, quiero poner un ligero agregado, indagando un poco más y confrontando ideas sobre lo que él ha dicho.

Lo cierto es que hay peatones y hay peatones. Puedo tomar como ejemplo aquellos animales (no hay otra forma de llamarlos) que cruzan la Panamericana Sur (autopista que sale de Lima con dirección obviamente sur). De por sí, cruzar una vía de alta velocidad como una autopista ya es un suicidio potencial. Con el fin de evitar muertes innecesarias, las autoridades han colocado diversos puentes peatonales a lo largo de la carretera. Lamentablemente, creo que son más los perros los que los usan que las personas, pues más de una vez he visto a personas cruzando directamente por debajo del puente (¿Qué paso? ¿Les pesan los pies?) y un perro usando el puente al mismo tiempo. Una vez, incluso contigo, que volvíamos de Bujama luego de semana santa, un grupo de imbéciles cruzó la Panamericana Sur CAMINANDO. O sea, hay gente que pues al menos corre, pero estos conchudos del averno que seguramente pensaban “que se joda el resto” caminan con toda la paciencia del mundo, con la probabilidad de que se genere un gran accidente de tránsito porque un conductor intenta esquivarlos y termina impactando a otro, pero a ellos no les importa. Eso no lo recuerdas porque, sorprendentemente, estabas durmiendo a pesar que yo manejaba.

En otra ocasión, estaba yo yendo a la universidad a las 6.30 de la mañana, iba a una velocidad alta, pues no había casi ni un alma en la calle. Subía por la Av. Villarán, con dirección a Surco. Llegué a al cruce con la Av. Aviación y el semáforo estaba en verde por lo que no frené. Habré llegado a la mitad de la Av. Aviación cuando un peatón, al otro lado de esta empezó a correr para cruzar. Dado que la berma central de la Av. Aviación es ancha (yo me aventuraría a decir que 2 carriles de ancho), a lo sumo habrán habido 3 carriles entre la punta de mi carro y la esquina donde estaba el peatón, cuando este animal empezó a correr. Tuve que frenar, giré el timón para ladear el carro y perder velocidad, pues si no lo hacía lo atropellaba. Lo cierto es que de no ser porque soy el mejor piloto que conozco, terminaba en el jardín central de la Av. Pedro Venturo (la Av. Villarán culmina en el cruce con la Av. Aviación, para cambiar de nombre a la Av. Pedro Venturo, pero es en realidad la misma recta).

Yo siempre dejo despejados los cruces de las avenidas, para que los autos que cruzan puedan pasar. Pero a mí también me ha pasado que, a pesar de que yo dejé la vía abierta al tránsito, el idiota de al lado (usualmente un colectivo, llámese bus, micro, custer o combi) han cerrado el cruce con sus vehículos. Otras tantas veces, taxis. Unas pocas, autos particulares.

Es cierto, el problema de congestión vehicular no es únicamente por culpa de los colectivos, pero si juegan mucho. Te pongo 2 ejemplos. Una vez, volvía a Lima por la Panamericana sur. De pronto, me encuentro con un tráfico espectacular. Pensé: “ha habido un accidente, quizá un vehículo malogrado”. Lo que nunca me pasó por la mente fue la causa real del embotellamiento vehicular, que eran 4 filas de colectivos en un paradero de la autopista. CUATRO FILAS, o sea, no sólo ocupaban los 2 carriles especiales que tiene el paradero, sino que también bloqueaban 2 carriles de la Panamericana Sur. Estos animales ni siquiera tenían la preocupación de obstruir lo menos posible la vía, habian algunos en ángulos de 45°, tapando 2 carriles a la vez de la autopista.

Otro ejemplo. El puente Angamos. La Panamericana sur cruza por encima la Av. Angamos, y debajo de este hay un paradero. Los bestias estos no se detienen en el paradero, se detienen más allá, como a unos 5 o 10 metros. Otro día, 6.30 am, 4 filas de colectivos (en su mayoría combis) detenidas más allá del paradero, de nuevo obstruyendo 2 de los 3 carriles de la Av. Angamos.

Pero sin embargo, las autoridades y su capacidad de planificación de un elefante moribundo también juegan en este juego. Usualmente suelen cometer la estupidez (especialmente en año de elecciones municipales) de romper la mitad de las vías de Lima al mismo tiempo.

Tomemos el ejemplo de la Av. Angamos. Hay un tramo que está en reparación. ¿Qué va a suceder entonces? Bueno, parte del tráfico se va a desviar a las avenidas Pedro Venturo y Villarán, y otro tanto por las avenidas San Borja norte y sur. Estas avenidas no están configuradas para aguantar tanto tráfico. ¿La consecuencia? Unas filas de autos de un kilómetro intentando cruzar el semáforo. Cualquiera con cierto grado de inteligencia se da cuenta que hay que cambiar la configuración de estas avenidas para que soporten más transito fluidamente. Se alargan los tiempos de luz verde en los semáforos y se soluciona el problema, pero estos genios no lo han hecho.

Otra parte de la culpa la tienen aquellos idiotas que bloquean las vías circulando a velocidades absurdamente lentas. Dos idiotas circulando uno al lado del otro a 40 kilómetros por hora, obviamente generan congestión. Un idiota que circula absurdamente lento a la hora de cruzar un semáforo, causa que menos vehículos pasen antes del cambio de luz, lo cual genera congestión.

Definitivamente no hay respeto.