Hace algunos años ya, una amiga me llamó
“ángel”. No creo serlo, pues sólo hago lo que debo. Muy aparte de si Dios y
Satanás existen, los ángeles existen. Sin embargo, no son como los imaginan. No
tienen aureolas, no tienen alas, no vuelan, no desaparecen, no brillan y
tampoco son perfectos. Son personas, personas maravillosas que dan todo de si
por los demás. Personas a las que no les importa salir heridos con fin de
ayudar a otro.
Hoy quiero rendirle tributo a una persona
maravillosa, una persona que se preocupó por mi cuando sus problemas son
peores. Una chica realmente maravillosa a la que no le importó que la odie, que
la insulte, que la hiera con tal de que yo salga lo mejor parado posible de
nuestro problema. Lamentablemente, su humildad, solidaridad y amor por el
prójimo no la dejaron contarme sus problemas, de los cuales me enteré por otra
fuente. Todo eso que hiciste por mí y todas las “balas” que tomaste por mí, no
tienes idea como te lo agradezco.
En serio, como te lo escribí en el mail
Jennifer, no tienes idea de lo idiota que me siento, no tienes idea de lo
cojudo y lo basura que me siento por haberte dicho todas esas cosas. Espero que
algún día entiendas y me exoneres de algo (aunque sea mínimo) de la culpa por
no saber, pero entenderás que algún día me gustaría pagártelo de la forma que
sea, pues de todo corazón te digo que te lo debo.
Me retracto públicamente de todo lo que dije
por enésima vez y aún así, nunca voy a acabar de pedirte perdón, de
arrepentirme y dejar de sentirme un idiota, una basura y la peor mierda que
hay. En serio espero que lo que te dije (aunque sé que odias la psicología) no
te deje ninguna secuela psicológica. Nunca me perdonaría si eso pasa. Aunque
tampoco me voy a perdonar jamás lo que hice, pues te “golpeé” cuando ya estabas
de rodillas y eso nunca se debe hacer.
Que todo este asunto, el cual pretendo cerrar
con este artículo, quede como constancia de la estupidez a la que un ser humano
puede llegar por ignorancia, pero sobretodo por rabia, ira y dolor. También
quiero aclarar que no es un “ahora que publiqué esto, perdóname”, tampoco es un
“todavía me gustas” y menos es un “perdóname y volvamos a ser amigos”.
Simplemente es un homenaje para ti, que eres una persona excepcional y a tu
corta edad mucho mejor de lo que yo jamás llegaré a ser. Me has dado una
lección de humildad, solidaridad, entrega y desprendimiento que jamás olvidaré.
Esto es un tributo a una persona maravillosa que merece todo el respeto y todo
lo mejor que hay en el mundo. Es mi legado para ti, pues ya que te humillé, te
insulté y todo eso, me siento en la obligación de reparar en algo el daño. También
espero que te resulte de ayuda, que te suba la autoestima y te ayude a salir de
tus líos. Es algo que siento debo hacer como un último acto de cariño hacia ti
antes de desaparecer totalmente de tu vida. Chau, cuídate mucho y si algún día
necesitas un tremendo idiota y cojudo con el que hablar sobre lo que sea, estoy
aquí para ti.
No quiero comentarios, no quiero que la jodan
preguntándole nada de lo que está escrito aquí. Ella sabrá decidir si contarles
o no, así que por mientras bola de chismosos idiotas, vayan a meter su hocico
en otra parte. Este tema se acaba acá.
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