El amor como necesidad

Hace poco vino a mi atención algo que yo considero inherente al ser humano y que entra en la categoría de necesidad. Me encontraba yo escuchando los problemas de una buena amiga, cuando me dí cuenta que ella tiene una fuerte necesidad de estar con alguien. Esta necesidad no es más que el reflejo sub conciente del deseo de sentirnos amados. No voy a negar que eso me ha pasado, ya sea porque llevaba mucho tiempo solo o porque quería olvidar a una chica con la que había tenido una decepción amorosa, pero siempre era en momentos específicos y nunca se prolongaba por mucho tiempo. Lamentablemente, si esto sucedía porque llevaba mucho tiempo detrás de una chica, esto normalmente ocasiona que meta las 4 patas en cuando a ella refiere.
Actualmente vivo un momento complicado. Estuve como 1 año y 4 meses detrás de una chica y al final resultó que yo esperaba más de esa relación que ella (entiendase por relación una relación común interpersonal ya sea de enamorados o de amistad). Me sorprendió que a pesar de esta decepción no terminé tan mal anímicamente como yo esperaba, por lo que me puse a analizar la situación. Soy conciente que a pesar de todo este no es el mejor momento para tomar una decisión definitiva, pues mis emociones interfieren con mi capacidad de razonar y pensar claramente. Voy a dejar el resto de esto para un futuro artículo pues me vino a la mente un tema interesante mientras escribía este.
El asunto es que es interesante como lo de "1/2 naranja" es en realidad cierto. Nosotros como seres humanos necesitamos vivir en compañía y sentirnos amados. Esta necesidad es en cierta forma, un fénix. Esto se debe a que nace, se enciende, se vuelve cenizas y tiempo después vuelve a nacer. Lo interesante es que este fénix se mantiene muerto mientras estamos en una relación, incluso si la relación es una pesadilla. Alguno que otro lector pensará: "¿Qué clase de bruto mantiene una relación que no lo hace feliz?" Bueno, lamentablemente no tengo una respuesta para eso, pero si ocurre.
Pongamos el caso de una pareja de casados. El hombre es agresivo y golpea constantemente a su esposa. Esto definitivamente no es un letrero que dice "te amo" sino mas bien uno que dice algo asi como "pudrete, no me interesas". Sin embargo, la mujer no siente la necesidad de estar con alguien. Entonces la pregunta del millón de dólares es: ¿Qué es lo que mantiene muerto a este fénix en una relación que no cubre nuestra necesidad de sentirnos amados? Algunos podrían decir que es la fidelidad. Personalmente, me parece estúpido pues yo sólo le soy fiel a alguien que quiero (es decir que vale la pena como persona y no me agrede sistemáticamente, ya sea en el plano psiquíco o el físico). Yo no podría serle fiel a alguien que me agrede sistemáticamente. Sin embargo, la respuesta podría ser que somos seres egoístas (ver el artículo al respecto). La mujer no deja al agresor (en la mayoría de casos) porque no le conviene, porque le aterra la idea de una vida sola. Esto es sólo una teoría, pues no tengo evidencia para sustentar esta afirmación.
Yo diría que en este caso es tanto la fidelidad como el egoísmo lo que mantiene muerto al fénix. En mi caso, cuando me gusta una chica, aunque no estemos en gileos (o coqueteos), aunque no seamos pareja, a mi me nace un sentimiento de fidelidad. Ni siquiera miro a otra chica más que como amiga. Comento esto porque me acabo de dar cuenta que mientras estoy en ese momento de "fidelidad" mi fénix se mantiene muerto.
Aunque aún no encuentro una solución para mi amiga, pues su fénix parece ser inmortal, espero que quizá alguien que lea y comente este artículo pueda inspirarme para encontrar la solución a este "Duro de Matar", lo cual significa que tiene una necesidad permanente de estar con alguien.

Agregado:

Luego de varios meses de escrito por primera vez este artículo, por motivos de la vida me vino a la mente algo que debí poner y no puse. Hace ya varios años, me gustaba una chica de mi colegio. Para hacer la historia corta, la fregue pero a tal punto que si hubieran olimpiadas de eso, la medalla de oro me quedaria chica. Luego de un tiempo, llegó el viaje de prom, donde conocí a Mumi, de quien ya he hablado (ver Agradecimientos). Si es que existe el amor a primera vista, eso es lo que me pasó. Luego de unos meses, me di cuenta que ella no era más que mi bote salvavidas. Bueno, luego de lo de la chica de mi colegio, necesitaba estar con alguien, Mumi sólo estuvo en el lugar correcto en el momento incorrecto, pues yo necesitaba olvidar y Mumi fue mi intento de olvidar.
Existe sin embargo, otro caso similar. Algo que siempre le agradeceré a Mumi es que a pesar de que yo era una persona que conoció poco tiempo antes, al enterarse que yo estaba enamorado de ella, delicadamente me hizo entender que ella no sentía lo mismo. Al poco tiempo, un amigo me presentó a Vanessa (cabe recalcar que Vanessa es mi hermana de cariño y que no tenemos ningún lazo de sangre). A mi linda hermanita la botarían del Larco Herrera (Hospital Psiquiatrico de Lima) porque está demasiado loca. En esa época sin embargo, yo la conocía poco o nada. Ella sin embargo, era demasiado cariñosa conmigo, por lo que llegué a pensar que le gustaba. En un principio, busqué una forma de hacer con ella lo que Mumi había hecho conmigo, darle a entender de una forma delicada que yo no sentía lo mismo. Sin embargo, poco tiempo después reconsideré. En ese momento no me gustaba nadie y mientras mas la conocía, me daba cuenta que si valía la pena como persona. Por supuesto, también estaba mi idea de que yo le gustaba a ella lo cual terminó de lograr que me empieze a gustar. De nuevo, me di cuenta que sólo era una necesidad luego de dos decepciones amorosas, una mucho más dura que la otra y claro mi larga historia de soltería. Este segundo caso por su parte, podría tener una variante que yo no he vivido pero que he visto en amigos. Todo el mundo sabe que cuando una persona termina una relación que no quiere terminar, o en su defecto le terminan esa relación, se vuelve vulnerable. Si una persona X aparece en la vida de la primera y le dice "te amo" o "me gustas", esta, en su estado de vulnerablilidad, empezaría a sentir amor o al menos un gusto, por X, pues la simple idea de una nueva relación que está servida en charola de plata (por decirlo así) y que lo haga a uno olvidar la relación previa, es demasiado tentadora para dejarla pasar.